♣ Diy: Tipi indio

Desde casi antes de nacer los peques ya estaba yo con la idea de hacer un tipi indio para los peques, por todos sitios veía (y veo) tipis monísimos, de distintas formas, colores... y el año pasado me lié la manta a la cabeza, después de que Pat de Paspartú publicara el suyo, lo explicó tan fácil que no podía quedarme con las ganas.
Así que, aprovechando que mi mejor amiga me había traído las telas, pensando en hacer algo así, me puse a ello, y en una tarde lo tenía listo. Menos mal que tengo unos peques la mar de buenos, que me dejan a veces liarme con éstas cosas (a veces, y en detrimento de otras cosas, como tener la casa ordenada, porque mientras yo coso, ellos investigan y sacan todo lo habido y por haber, pero es algo que tengo asumido)


Telas de varios colores, en éste caso usé tela de loneta estampada,  y telas también de loneta roja y azul.
4 palos de cañas, que recogimos en uno de nuestros paseos por la orilla del río. Las cortamos a 1,60 m
Goma elástica
Hilos, agujas, máquina de coser


Seguí más o menos el tutorial de Pat, cortando 4 triángulos de tela, de 1,50 *1,60 m  dos de la misma tela para los laterales y otros dos para la trasera y la puerta. 
Cosí los 4 lados, y para insertar las cañas les puse unas gomas elásticas que hicieran de guía y no se movieran. 
En la puerta, corté la tela por la mitad, y en vez de hacerle dobladillo, simplemente le pasé un zig zag por el borde para que no se deshilachara la tela. Para mí era más fácil hacerlo cosido, voy más rápido y con la plancha y dos peques de un año correteando por la casa no lo veía operativo, pero si no sabes coser o no tienes máquina, la opción del pegamento para tela es muy buena.
Metí los palos por las guías de las gomas, y los até en la parte de arriba, y listo. Más fácil imposible, de verdad.

Ahora me queda saber cómo hacer para que no se la tiren encima cada dos por tres, porque se empeñan en salir por detrás, donde no hay puerta, y claro, la levantan en peso, y al suelo. La pobre Perla se ha llevado más de un castañazo, y se ha quedado debajo de la tela sin saber para dónde tirar. 
Yo que cuando veo las fotos de los tipis, con los niños dentro tan relajados leyendo, con sus guirnaldas de luces... y miro a los míos, tirandoselo encima, partiéndose de risa, sacando los cojines, jugando a esconderse debajo de la tela y digo,  pues mira, no tengo el tipi perfecto, pero ¿y lo bien que se lo están pasando? Definitivamente mi vida no es pinterest y lo importante es reírse y disfrutar. ¿verdad?



¿Qué os ha parecido? 
Un beso y SED FELICES




♣ Mi experiencia con el porteo

El otro día comenté un poco en instagram mi experiencia con el porteo, y es que yo, antes de tener hijos la verdad es que ni me había informado y era algo de lo que ni estaba de acuerdo ni en desacuerdo, no tenía información.
Sí que tenía gente muy cercana que lo usaba, y más o menos podía ver que era algo que "molaba" pero claro, yo, que iba a tener dos bebés a la vez, no veía operativo eso de portearles. 
Cuando nacieron los peques, me fui con mis padres de veraneo casi hasta que tuvieron 3 meses, entonces siempre tenía una mano que me ayudara, mi hija se quedaba durmiendo casi exclusivamente en el brazo de su abuelo, y yo podía dormir al otro tranquilamente, le daba el pecho a uno, y el otro esperaba su turno entretenido con la abuela o el abuelo... Estaba en la gloria (benditos abuelos), disfrutar de tanta ayuda los primeros meses me vino estupendamente, la verdad. 
Pero ¡ay cuando llegó Septiembre! La abuela tenía que volver al trabajo así que , tocaba volver de las largas vacaciones con tantas manos que ayudaran y me encontré "sola" ante el peligro (claramente estaba su papá, pero él también tenía que trabajar).  Ahí, tuve que echar mano de la improvisación, y la imaginación.

Me habían dejado una mochila y un fular de porteo, y ahí estaban esperando a que las usara. Y el día que me decidí a probar, fue para mi, una liberación, de verdad. Poder portear al nene, mientras consolaba a la nena, o le daba de comer, o mil cosas más. Incluso porteaba a los dos para bajarlos de mi casa para ir al cole. 






Entre éstas dos fotos hay exactamente un año, un año en el que aprendí, por ejemplo, a ponerme bien el fular (la parte que no sujeta al niño debe ir sobre el hombro, no sobre el cuello) ,porque si lo pones mal, te destrozas la espalda. En el blog de La aventura de mi embarazo podéis encontrar 10 claves para usar el fular de anillas, que ha publicado precisamente esta semana, y en youtube miles de video-tutoriales

Ya no solo era la "comodidad", que también, sobre todo era la sensación de tenerlos tan cerca, tan relajados, tan a gusto ahí colocaditos. Sobre todo él, que ha sido siempre más "sobón", en el momento que lo colocaba, se hacía el "bicho bola" y se acurrucaba ¡un gustazo! Porque a ella, nunca le ha gustado demasiado, si son 5 minutos bueno, pero más tiempo no ha querido. Nunca ha dormido en el fular, cosa que él se ha echado las mejores siestas de su vida, incluso hubo un tiempo que para dormirlo de noche lo tenía que colocar en el fular. Ella no, cada niño es distinto (por muy mellizos que sean), aunque ahora le va cogiendo el gusto (nunca es tarde)

Y desde entonces hasta hoy, es un recurso que tengo para cuando, sobre todo él, se pone "pesado", no quiere carro, o está malo.

mochila ergonómica

El otro día nos fuimos de excursión, y la mochila y el fular me salvó la vida, pudimos ir con ellos tranquilamente, sin llantos, sin carreras, disfrutando verdaderamente de la excursión

De verdad, que es un inventazo, para mí supuso un antes y un después, y desde que pude portearle a la espalda, ya ni te cuento, es mucho más fácil atender a mi hija, colgar la lavadora o cualquier otra cosa. Así que puedo decir, que si bien era algo que pensaba que nunca iba a usar, me ha venido de lujo. ¿Qué opinas del porteo? ¿Qué pensabas que no ibas a usar con tus hijos, y luego has cambiado de opinión? Espero tus comentarios

Un beso y SED FELICES







♣ Vuelta al blog

No sé si quedará alguien al otro lado, después de más de un año sin escribir, la verdad es que me cuesta hasta arrancar.
No quería haber dejado el blog tanto tiempo, pero unas cosas por otras, el blog siempre quedaba en último lugar.
Ha sido un año intenso, con la crianza de los mellizos, que están a punto de cumplir dos años, el trabajo, que gracias a dios, los nenes vinieron con un pan debajo del brazo y desde que nacieron he conseguido trabajar (uno de mis propósitos de éste año) y encontrar trabajos donde estoy muy a gusto y me permite conciliar, aunque no es definitivo, éste último es a un plazo relativamente largo, así que muy contenta.

Los peques están creciendo sanotes, alegres y felices, estamos en una etapa preciosa, donde cada día aprendemos algo nuevo, empiezan a hablar, con palabras nuevas cada día, que a veces soy incapaz de comprender,  y son cada vez más independientes, quieren ayudar en todo.


 Ya no tengo bebés, me da una pena horrorosa porque el tiempo pasa rapidísimo y apenas te das cuenta si no es a través de fotos. Publicaré alguna entrada reivindicativa, como las que escribí durante el embarazo, porque no veas tú lo que he tenido que oir (y lo que me queda). En Instagram puedes ver alguna de sus "hazañas" y trastadas.

A lo largo de este tiempo he seguido haciendo manualidades, casi todas para ellos, disfraces, ropa, decoración... como el bolso para el carricoche.


Quedó resultón, no me digáis que no. Os iré enseñando cosillas que he ido haciendo.
Quiero retomar el blog, no sé cuándo publicaré, espero que regularmente, y si hay alguien por ahí, por fa, dejadme algún comentario, que sepa que no estoy escribiendo al aire.

Y, como siempre, UN BESO Y SED FELICES